APUNTES SOBRE LA CASA VIII por Claudia Rizzi

Representa las crisis profundas de nuestras vidas y cómo reaccionamos ante ellas o qué capacidad de regeneración tenemos ante las mismas.
Tradicionalmente la Casa VIII se relaciona con la muerte, pero no únicamente con la muerte en un sentido físico, sino también simbólico.
Es decir, la Casa VIII representa las crisis profundas de nuestras vidas y cómo reaccionamos ante ellas o qué capacidad de regeneración tenemos ante las mismas. Por ejemplo, cómo nos adaptamos o afrontamos los distintos periodos de la vida: infancia, adolescencia, juventud, madurez, vejez y muerte.
Sin embargo, no hay que tener ningún miedo por tener muchos planetas en la Casa VIII, lo cual puede señalar a una persona profundamente interesada en el más allá o alguien comprometido con las terapias, físicas o psicológicas. Por ejemplo, un médico, un psicólogo, un astrólogo, etc. pueden tener una destacada Casa VIII.
Generalmente, una Casa VIII poblada de planetas también señala que la persona atravesará varios cambios de escenario y de situación en su vida, que deberá pasar por grandes transiciones de una etapa a otra.
Otras veces, una Casa VIII con importantes planetas como el Sol o la Luna señala la carencia de la figura paterna o materna en años clave para la educación del individuo. En cierto modo, esta casa implica renuncia. Pero, mientras para unas personas la renuncia puede dar un sentimiento de pérdida, para otras, puede suponer una liberación y una posibilidad de empezar de cero.
Por ejemplo, las herencias están relacionadas con esta casa y, con frecuencia, los planetas ubicados allí advierten de las dificultades en todo cuanto esté relacionado con herencias o testamentos.
Pero esta casa es la opuesta a la dos (la de la economía y los recursos personales), por lo que también representa los recursos ajenos.
Por ejemplo, esta casa habla de los recursos de la pareja y de cómo compartimos lo nuestro con lo suyo. Los planetas en la Casa VIII también hablan de los préstamos y, en definitiva, todo dinero, bien o recurso que nos llega sin haberlo ganado personalmente.
Los planetas situados en esta casa dan habilidad para penetrar en lo más profundo y no quedarse en las apariencias de las cosas. También confieren cualidades para la transformación personal o para ayudar a la transformación y evolución de las personas con las que se entre en contacto. Bien empleados, los planetas situados en esta casa sirven para tener una visión más profunda de todo.
La sexualidad y todo cuanto a ella concierne también está representada por esta casa, que es una de las más enigmáticas y misteriosas de las doce Casas que hay en un horóscopo. En el fondo, los planetas en esta casa nos hablan de cómo compartimos con los demás o cómo llegamos a combinar nuestras energías con las suyas.
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